¡Bienvenidos Templarios y Templarias al blog del Templo del Masaje! En este artículo hablaremos de los mudras, un tema muy interesante y popular.
A continuación, descubriremos de en qué consisten y cuáles son los más poderosos. ¡Te sorprenderás!
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¿Qué son los mudras?
Mudra es un concepto con muchos significados.
La palabra mudra hace referencia a un gesto, una posición mística de las manos, un sello o un símbolo. Sin embargo, no debemos olvidar que también existen posiciones de los ojos o del cuerpo. Incluso hay técnicas de respiración que reciben el nombre de “mudras”.
Estas posiciones simbólicas de los dedos nos permiten representar de forma plástica determinados estados o procesos de la conciencia.
Por ejemplo, si una persona carece de valentía y repite el mudra de la valentía durante un tiempo determinado y de forma diaria conseguirá aumentar su coraje, sobre todo, con el convencimiento.
Por este funcionamiento, podemos decir que los mudras estimulan diferentes ámbitos de nuestro cerebro y alma. Además, ejercen sobre ellos cierta influencia.
Para entenderlo de mejor manera, debemos saber que el cuerpo es una estructura eléctrica (algo que ya he comentado en otros artículos). Dicha electricidad termina en los pies y en las manos. Teniendo esto presente, los mudras nos ayudarán a conectar la energía de diferente manera para estimular el cuerpo en diferentes sentidos.
Técnicas como la kinesiología (relativamente nueva en España) testan la electricidad del cuerpo para averiguar cuál es el origen de sus problemas. Funciona de la misma manera que cuando el auto se descompone y los llevamos al mecánico para que le acople una maquinita eléctrica y detecte el origen de la falla.
La kinesiología funciona exactamente igual, testa los músculos para saber qué es lo que sucede en el organismo. Obviamente, para realizar estos procesos hace uso de los mudras.
Origen de los mudras
El origen de los mudras no es nada claro. Muchos señalan que empiezan a utilizarse en Asia, pero no es así.
Los mudras surgieron por todo el mundo, nuestros antepasados ya utilizaban estos gestos en sus rituales para señalar lo que pensaban y lo que decían.
Durante los procesos de cristianización, muchos de estos gestos se prohibieron por considerarse paganos.
Por otro lado, en la India los mudras son un componente fijo de todas las actividades religiosas.
Chin Mudra
El mudra más conocido del yoga es el Chin Mudra. Consiste en unir el dedo pulgar con el índice, dejando el resto estirados.
Para entender mejor el significado de este mudra, tenemos que analizar cómo se organiza: El pulgar es el símbolo de la conciencia cósmica y el dedo índice es el símbolo de la conciencia individual y humana.
El objetivo fundamental del yoga es la unión del humano con la conciencia cósmica. Por esta razón, al hacer este mudra se busca expresar el deseo de alcanzar dicha conexión.
También lo podemos asociar con los principios de la medicina tradicional china (MTC), ya que en el índice tenemos el intestino grueso y en el pulgar el pulmón. Ambos pertenecientes al elemento mental, que se caracteriza por ser el mejor conductor de las energías.
Del mismo modo, representa la conexión con lo cósmico para la MTC. Por lo tanto, este es uno de los mudras más conocidos y habituales.
Los mudras más conocidos y poderosos
A continuación, te mostraré los 3 mudras más poderosos y que no son tan conocidos como el Chin Mudra. ¡Acompáñame a descubrirlos!
Garuda Mudra
El primer mudra del que hablaremos será el Garuda Mudra que significa “El Pájaro Místico”. Para realizarlo, colocaremos la mano derecha sobre la izquierda enganchándola con los pulgares. Posteriormente las pondremos encima de la zona del estómago o del vientre.
En la cultura hindú, Garuda es el rey de los pájaros, los cuales, se caracterizan por tener una visión muy aguda y un magnífico sentido de la orientación. Por esta razón, este mudra nos va a activar la irrigación y la circulación sanguínea, revitalizará nuestros órganos y ayudará a equilibrar la energía de las dos mitades del cuerpo.
Es de gran ayuda en los momentos donde estamos extremadamente agotados y tenemos muchos cambios en el estado de ánimo.
Al realizarlo, colocaremos las manos en la postura que anteriormente hemos detallado y nos concentraremos en la respiración.
Para potenciar todavía más los efectos de este mudra realizaremos la siguiente visualización: Imaginaremos que observamos una gran ave de rapiña volando y planeando con elegancia, las montañas que representarán los desafíos a los que se enfrenta se verán tal como son, ni demasiado grandes ni demasiado pequeñas. A pesar de los obstáculos, el ave conseguirá descubrir cual es el mejor camino para superarlas.
Al tener la visión clara del ave rapaz podremos distinguir lo que es importante y lo que no. Por esta razón, es un mudra que vamos a utilizar en los momentos en que no sepamos qué hacer con nuestra vida o qué camino tomar.
Hakini Mudra
El segundo mudra del que hablaremos es el Hakini Mudra que significa “Potenciador de la Concentración”. Hakini se refiere a la divinidad del chakra de la frente.
Para realizalo, debemos apoyar todas las yemas de los dedos una sobre otra. Este mudra es realmente útil para acordarse de algo o recuperar el hilo de un asunto. Incluso nos puede ayudar a concentrarnos durante un tiempo prolongado, ya sea que deseemos tener buenas ideas o retener lo que leemos porque estamos estudiando.
Esta posición de los dedos ha sido profundamente analizada por los científicos y se ha comprobado que estimula el trabajo conjunto de los dos hemisferios del cerebro. Por lo tanto, es ideal para entrenar la memoria.
Si queremos aprender algo nuevo o mejorar nuestra capacidad para retener la información es el mudra que debemos practicar.
También es un gesto que utilizan mucho los oradores para seguir el hilo de su discurso e incluso, para fomentar el surgimiento de nuevas ideas.
Para potenciar todavía más sus efectos podemos hacer el siguiente ejercicio: Colocaremos un objeto a media distancia de nosotros (vela, piedra, fruta o lo que tengamos a mano). Hecho esto, tendremos que observarlo sin parpadear todo el tiempo que sea posible. Posteriormente, cerraremos los ojos y trataremos de visualizarlo. En este momento, nos vamos a concentrar sólo el objeto y olvidaremos cualquier otro concepto que esté fuera de él.
Mantendremos esta concentración tanto tiempo como sea posible.
Uttarabodhi Mudra
El último mudra será el Uttarabodhi Mudra que es la postura de las manos relacionada con “La Gran Iluminación”. Para hacerlo, cruzaremos ambas manos a la altura del plexo solar y pegaremos los dedos pulgares e índice de cada mano, buscando que los índices señalen hacia el cielo y los pulgares hacia el suelo.
Este mudra lo podemos practicar en todas partes, sin importar la hora y durante el tiempo que deseemos.
Lo usaremos, sobre todo, en los momentos en que nos sintamos abatidos física o mentalmente, cuando necesitemos relajarnos o requiramos una idea detonante (una chispa de ingenio).
Este mudra va a fortalecer el elemento del metal, por lo que nos va a dar poder energético. Para potenciar los efectos de esta postura podemos hacer la siguiente visualización:
Nos vamos a imaginar una escalera que va por nuestro cuerpo, subiendo desde la zona de la pelvis pasando por el corazón y la cabeza hasta alcanzar el cielo o el infinito. En esta situación, nos vamos a imaginar cómo algo desciende desde el cosmos usando la escalera y acaba penetrando nuestro cuerpo. Pensaremos que es una luz que va entrando poco a poco y nos alimenta.
Mientras nos concentramos en la respiración y sentimos como esa luz va llegando, mantendremos la postura del mudra. De esta manera, veremos que poco a poco nuestra mente va generando nuevas ideas.
Consejos finales
Es importante que recordemos que la presión de los dedos mientras realizamos los mudras debe ser muy ligera. Además, debemos tener relajadas tanto las manos como los brazos, el cuello o los hombros.
Podemos realizar estos ejercicios en cualquier postura, tanto sentados, de pie o incluso caminando. Lo único que debemos cuidar es que la postura del cuerpo sea simétrica.
En la mayoría de los estudios, los maestros nos indican que debemos realizar los mudras durante al menos 45 minutos al día. Dicha terapia la podemos dividir en 3 sesiones de 15 minutos.
No es relevante el horario en el que se realiza la terapia (mañana, tarde o noche), lo recomendable es realizarlos en el momento que más nos convenga (para estar relajados y liberados de tareas) o cuando lo necesitemos.
Al mismo tiempo, es importante recordar que se debe ajustar la duración del mudra con base en el síntoma y su gravedad. Hay mudras que con tan sólo 3 minutos tienen efecto, pero yo te recomiendo que los realices por 5 o 10 minutos.
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