¡Hola a todos y bienvenidos a un nuevo artículo! El día de hoy, les voy a mostrar qué posturas debemos tener para realizar un automasaje de reflexología podal en casa.
¿Cómo darse un auto masaje de pies?
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Lo primero que haremos será elegir una silla. No puede ser una de comedor o de cualquier otro tipo, debe estar acolchada y tendrá que contar con un respaldo donde podamos apoyar nuestro cuerpo.
Es importante que la espalda esté relajada y cómoda para no forzarla, de lo contrario acabaremos con más dolores de los que teníamos.
Previo al masaje
Cuando ya estemos en un sitio confortable, con la espalda bien apoyada, doblaremos las rodillas y acercaremos el pie hacia nosotros lo más que podamos para conseguir un buen alcance. Trabajaremos con un pie y luego el otro.
Si lo preferimos, también podemos utilizar unos cojines para acomodar bien la postura y no forzarla.
Iniciaremos cogiendo aceite en las manos. Para aplicarlo, lo frotaremos y los distribuiremos adecuadamente por todo el pie.
En esta posición, tendremos más cerca la planta del pie, una zona que se trabajará tanto en el calentamiento, como en la estimulación de los sistemas.
Inicio del masaje
Para el masaje podemos utilizar los pulgares solamente, pero si lo consideras necesario para acomodar mejor la postura trabaja con el resto de los dedos.
Metatarsos
Iniciaremos con movilizaciones de los metatarsos. Para ello, sujetaremos el tobillo con la mano más próxima a ellos, mientras que con la otra (que está libre) movilizaremos dedo por dedo.
Sistema nervioso, digestivo y los pulmones
Para la zona del sistema nervioso, digestivo o los pulmones doblaremos el pie izquierdo de modo que la planta y el dedo gordo queden más próximos a nosotros. De esta manera, podremos trabajar la zona del dedo gordo con todas las maniobras que hemos visto en otros artículos.
Dedos
En esta posición también estimularemos los dedos, sobre todo si los tenemos en garra o con mucha tensión. Para ello, con los pulgares iremos soltando todos esos puntos haciendo un pequeño masaje en la parte media de la planta o realizando un oleaje entre los metatarsos.
Tobillos
Para los tobillos utilizaremos la pierna derecha, así la izquierda quedará levantada. Una vez hecho esto, haremos las movilizaciones circulares en ambos sentidos (izquierda-derecha).
Sistema reproductor y urinario
En esta misma posición podremos acceder a todo el sistema reproductor y al urinario.
Sin embargo, si queremos trabajar esta zona, yo recomiendo que utilicemos las yemas de los otros dedos para no torcernos el pie.
Con esta misma técnica también trabajaremos la parte externa del tobillo mientras que con los pulgares iremos por el borde interno del pie donde está la zona de la columna.
Ahí insistiremos en los puntos en los que haya más dureza, ya que van a ser los más afectados.
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Dorso
Hecho todo lo anterior, solo nos faltaría la zona del dorso. Para trabajarla deberemos doblar la rodilla hacia el pecho con el objetivo de tener el área más a mano. El pie puede estar apoyado o incluso podemos colocar algo debajo de él para levantarlo un poco. Sin embargo, ten en cuenta que toda la musculatura debe quedar relajada.
Esta parte no la vamos a poder trabajar con los pulgares, es más fácil usar las yemas de los dedos.
El masaje consistirá en llevar todo hacia la “flexión” del tobillo. Esta área también la podemos trabajar con las yemas de los dedos.
En esta misma postura tenemos a mano el gemelo y el tendón de Aquiles.
Con estas técnicas hemos podido llegar a todas las partes del pie: la cara interna y externa, la zona de la planta y el dorso.
Dependiendo de lo que queremos trabajar podemos ir cambiando a la postura más adecuada. Recuerda que siempre masajearemos primero un pie y luego el otro realizando las mimas maniobras en ambos. Al menos se le tiene que dedicar entre 20 y 30 minutos al masaje (10 ó 15 minutos por pie), puede ser más si cuentas con el tiempo libre necesario.
Ejercicios energéticos
Ahora haremos una maniobra un poco más complicada, la cual ya os sonará porque la hemos visto anteriormente en el artículo sobre cómo facilitar el sueño con reflexología.
Se trata de unos ejercicios en los que debemos tocar los dos pies a la vez. Para hacerlos comenzaremos doblando las piernas dejando un pie por encima del muslo contrario y el otro por debajo, como ocurre en la imagen.
Una vez que estemos en esta posición, podremos masajear los dos pies a la vez para hacer los ejercicios energéticos.
Para ello, colocaremos las palmas sobre las plantas y reposaremos. Después dibujaremos en ellas “ochos” de forma suave o realizaremos las maniobras que se nos ocurran.
Incluso podemos juntar las plantas para hacer una relajación final.
Evidentemente no es lo mismo hacerse el masaje a uno mismo a que te lo haga otra persona. La primera diferencia es que solamente estás trabajando con tu propia energía y mover tu energía es más complicado, costará más tiempo y no se notará el mismo resultado.
Por eso siempre se recomienda que sea otra persona la que haga el tratamiento, ya que al aplicar una energía diferente, va a haber muchísima más estimulación del movimiento del Qi.
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Espero que este artículo te ilustre más sobre la reflexología podal y sus poderosas aplicaciones. Si te ha gustado o te ha sido de ayuda te invito a que lo compartas.
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ME AGRADARON MUCHO LAS EXPLICACIONES!!! Y ME REFRESCARON CONCEPTOS QUE TENÍA GUARDADOS. MUCHAS GRACIAS.
Muchas gracias!