El Reiki es una técnica japonesa cuya función es canalizar la energía que nos rodea hacia nosotros y hacia otras personas. Libera la energía vital bloqueada de nuestro cuerpo al igual que las otras terapias energéticas orientales como la acupuntura, el shiatsu, etc.
Sirve para potenciar nuestra capacidad autocurativa y crear un estado de armonía y equilibrio físico, mental y emocional. La práctica fue creada por el Dr. Usui en Japón en 1920.
El Reiki es usado en más de 800 hospitales en EEUU. En Inglaterra y Alemania se accede al Reiki desde la Seguridad Social. En España es usado en varios hospitales como el Ramón y Cajal, Puerta de Hierro, etc.
No se necesita creer en nada, no se necesita practicar la meditación ni ser un iluminado. Es un método práctico para sanar y equilibrar. Lo único que se necesita es el deseo de hacer el bien a uno mismo y a los demás.
El Reiki sirve para tratar dolencias físicas, mentales, emocionales y como método anti estrés muy eficaz. En los hospitales se usa para aliviar el dolor de los pacientes y ayudarles a superar los efectos secundarios de los tratamientos, sobre todo en oncología. Puede usarse en combinación con cualquier terapia, sea psicológica o farmacológica. Por eso, se la considera una terapia complementaria y no alternativa.
¿Cómo funciona el Reiki?
En términos generales, es una energía que captamos y canalizamos hacia nosotros mismos y hacia otra persona. Esa energía es la que desbloquea nuestra energía vital cuando no fluye. El Reiki actual de 3 formas:
1. A corto plazo, proporcionando bienestar y relajación.
2. A medio plazo, fortalece y estimula nuestras capacidades autocurativas .
3. A largo plazo, favorece un cambio positivo de hábitos y comportamientos más saludables.
A corto plazo, proporciona una sensación de paz, tranquilidad y una profunda relajación en personas que sufren estrés. Alivia el dolor de las enfermedades y tratamientos en personas con enfermedades graves. En personas con depresión, les llena de energía y ayuda a recuperar las ganas de vivir.
A medio plazo, con pacientes que sufren estrés, ayuda a eliminar síntomas como el dolor de cabeza y de espalda, eczemas, presión alta, agresividad, etc. a la vez que ayuda a aumentar el sistema inmune para ayudar al propio cuerpo a luchar contra las enfermedades.
A largo plazo, ayuda a cambiar la actitud hacia la vida, sanando nuestra manera de vivir eventos presentes, pasados y futuros. También ayuda a liberar traumas, incluyendo rabia y miedo acumulado, que pueden estar influyéndonos en nuestro estado actual, a la vez que nos da energía para afrontar la vida de una forma más sana y positiva.
¿Cómo se aplica el Reiki?
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[…] El primer nivel se centra en ti, si vas a ser la fuente que recibe y comparte la energía tienes que empezar por encontrar tu propio equilibrio y descubrir tu propia energía. […]