¡Hola a todos! Soy Maribel Corpa, terapeuta y directora de Formación del Templo del masaje. El día de hoy les voy a dar unos trucos muy sencillos que pueden hacer desde casa para conseguir unos pies perfectos.
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Normalmente llevamos los pies metidos en los zapatos o en tacones todo el día sin darnos cuenta de que están sufriendo y son muy pocos los mimos que les damos.
En este artículo descubrirás cómo con un poco de dedicación una vez al mes o cada 15 días, lograrás hacerlos lucir de maravilla.
¿Cómo hacer una pedicura en casa?
Remojarlos
Lo primero de todo es remojarlos un ratito en agua para que se ablande la piel y la uña.
Para hacerlo colócalos en una bañera con agua. Le puedes añadir aceite esencial de árbol de té que viene muy bien para desinfectar y tratar bacterias o unos jabones. ¡Lo que más te guste!
Trabajando durezas
Cuando el pie ya esté remojado comenzaremos tratando las durezas de la planta. Para ello cogeremos una piedra pómez o una lima dura y quitaremos todas esas pieles muertas que ahora están blanditas y se van a soltar bastante bien.
Cortando la uña
Aprovecharemos este momento para cortar la uña, empujar hacia atrás un poquito todas las pielecitas que tenemos en la parte de la cutícula y quitar todos los piquitos con cuidado.
Podemos usar unos palitos metálicos que nos van a ayudar a sacar el pico de la uña con facilidad y sin hacernos daño o unos alicates finitos para ir recortando las zonas que sobran, siempre con mucho cuidadito. Esta es la parte más complicada sobre todo cuando la gente tiene la uña curvada o encarnada.
Sin embargo, si lo hacemos con calma y cuidado no pasará nada. No hace falta cortarla del todo y tampoco debemos entrar mucho en la zona de los picos, simplemente se quita el sobrante y se deja la zona redondeada.
Limas (uña)
Después de terminar lo anterior, procederemos a realizar el limado y el pulido. Para ello, cogeremos una lima, las hay de diferentes grosores (ásperas y finas) y puliremos toda la zona de la uña y los piquitos (toda la parte que hemos cortado) para quitar las asperezas y que no se enganche.
Al mismo tiempo, pasaremos por encima la lima (en el borde de la uña) para que no arañe y quede más redondeado.
Pulidores
Los pulidores los podemos pasar para aflojar o rebajar un poquito grosor de las uñas. Sobre todo, si nos hemos esmaltado mucho en verano y han quedado muy sequitas.
Para lograrlo, hay diferentes tipos. Algunos son suaves y retiran mucha capa mientras que otros son gruesos y otorgan más brillo a la uña. ¡Elige el que más te guste!
Limas finas (pie)
Para la planta del pie usaremos unas limas finas para que no quede astillada ni rugosa. De este modo, no arañará ni se quedará enganchada en las sábanas.
Esta parte tiene que ser en seco. Cuando ya hayamos terminado todo lo anterior, pasamos está limita por todo por el talón y las demás zonas. Gracias a esto, lograremos un aspecto suave, sin ninguna descamación y sin asperezas.
Ahora que ya tenemos el pie bien pulido, suave y sin durezas procederemos a hidratar todas las uñas y los dedos usando una crema adecuada. Para esto, tenemos varias: aceites de alqvimia específicos para los pies que vienen muy bien, cremas de karité u otros productos específicos indicados para zonas que estén muy secas.
Todas estas opciones van a hidratar mucho y tienen componentes que relajan o alivian los problemas de circulación, generados por el cansancio de los pies.
Para aplicarlos, hay que dar un pequeño masajito en los pies abarcando la planta y los dedos buscando hidratar bien toda la zona. Si esto te lo puede hacer en casa alguien más, no hay nada mejor.
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Espero que este artículo te haya gustado y te sea de mucha ayuda para mimar tus pies. Recuerda hacerte miembro de nuestro canal de YouTube para acceder a contenido exclusivo y no olvides cuidarte que tu cuerpo es tu templo. ¡Hasta la próxima!