¡Bienvenidos a un nuevo artículo sobre reflexología! Soy Maribel Corpa y hoy te voy a dar un truco excepcional para dejar los pies finitos cuando los tengas hinchados en verano.
Como hemos mencionado anteriormente la reflexología es muy útil porque a través del pie trabajamos el organismo entero.
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¿Cómo usar la reflexología para disminuir la hinchazón de los pies?
En este artículo descubriremos cómo usarla para hacer un drenaje total que ayude a eliminar el líquido que nos sobra. Sus beneficios se notarán más a nivel funcional ya que nos ayudará a afinar el pie y dejarle con los tobillos marcados y bonitos quitando la hinchazón y pesadez que nos provoca el calor.
A continuación, te decimos paso a paso como liberarte de este problema:
Ganglios del cuello (calentamiento)
Lo primero que haremos será un calentamiento del pie. Iniciaremos con un oleaje en el hueco que hay entre los dedos que es la zona donde están ubicados los ganglios del cuello.
Todo drenaje tiene que empezar y acabar en esta área. Para trabajarla colocamos un dedo por arriba y un dedo por abajo justo en el hueco, haciendo un poquito de presión. A la vez vamos a hacer un oleaje con las manos hasta llegar a soltar los dedos.
Planta del pie
Continuaremos colocando el puño en la planta del pie para flexionar un poquito y que nos quede la zona dorsal relajada. Con la otra mano vamos a ir haciendo unos pases en forma de ocho o de círculo en todos los huecos que hay entre los dedos yendo desde ahí hasta la zona de los tobillos.
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Si nos encontramos mucha retención de líquido en esta área vamos a repetir el masaje varias veces hasta que se vean mejor los huesos de los pies. Si queremos podemos hacerlo utilizando todos los dedos y bajando toda esa retención de líquido con unos pequeños bombeos hasta los tobillos. Recuerda que este paso lo podemos repetir tantas veces queramos, no hay ningún problema.
Huecos astragalinos
Ahora vamos a hacer un bombeo un poco más profundo en los huecos astragalinos que es la zona próxima al tobillo a la cual accederemos mejor si flexionamos el pie. Ahí colocaremos dos dedos en cada hueco y generaremos un bombeo mayor.
A esta altura del masaje, ya habremos notado que la parte del dorso se nos ha aflojado un poco debido a que ya no hay tanta retención de líquido, por lo cual procederemos a trabajar la zona de los tobillos.
Zona del tobillo
Trabajaremos esta área sujetando el pie por abajo con las manos estiradas y haciendo unos arrastres de la piel con los pulgares de forma suave para llevar todo lo de la parte superior de los tobillos hasta ese hueco astragalino y luego todo lo de la parte final del dorso del pie hasta el mismo lugar. Repetiremos varias veces teniendo en cuenta que la presión no tiene que ser fuerte, solo la suficiente como para intentar movilizar ese exceso de líquido.
Continuaremos trabajando la parte posterior y para eso, en el hueco astragalino haremos una presión mantenida. Después vamos a seguir por todo el borde del tobillo hasta la parte de atrás dónde está el tendón de Aquiles. En este punto los huesos del tobillo estarán mejor y la inflamación ya habrá cedido un poco.
Posteriormente, vamos a subir desde los tobillos hasta la pierna tratando de abarcarla toda (la parte anterior, los laterales y la parte posterior) con el objetivo de suavizar la zona. Finalizaremos haciendo unos pases suaves que la dejarán más relajada.
Si el problema no sólo lo tienes en el pie, sino que la retención de líquido te sube por la pierna, este es el momento ideal para complementar la terapia con un drenaje o un masaje circulatorio que continúe hasta la rodilla e incluso el muslo.
Siguiendo estos pasos lograrás una sesión de reflexología relajante que aliviará la retención de líquidos. Espero que te haya sido de utilidad y que lo pongas en práctica para mejorar tu calidad de vida.
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de Reflexología Podal Impartido por Maribel Corpa
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Gracias, su explicación y guía es; excelente.