Algo que desconoce mucha gente, pero que es sumamente importante para lograr los mejores resultados en los tratamientos tanto corporales como faciales, es la continuidad de los mismos en casa. Lo que se conoce como tratamiento domiciliario, ayuda y potencia todo lo que se trabaja dentro de la cabina.
En el Templo del Masaje podemos presumir de tener una plantilla profesional y en constante formación para ofrecer siempre los tratamientos de última generación más eficaces y poder personalizar según las necesidades de cada cliente.
Es indudable que el trabajo en cabina es el primer paso para continuar una serie de cuidados que harán que cada vez nos sintamos mejor con nuestro cuerpo y los resultados sean más progresivos y duraderos.
Nadie mejor que nosotros mismos para dedicarnos los mejores cuidados y la máxima atención a lo que nuestro cuerpo y nuestra piel van necesitando. Dependiendo del cuidado que le demos a diario a nuestra piel, seremos capaces de notar mejoría o un empeoramiento y actuar en consecuencia cuando estamos aún a tiempo.
En una sesión de tratamiento de rejuvenecimiento facial, por ejemplo, se prepara la piel para una absorción óptima y se introducen, entre otras cosas, nutrientes esenciales para la regeneración celular. Si dejamos pasar una semana o más entre cada tratamiento, es normal que los niveles de antioxidantes, vitaminas y demás nutrientes presentes en la piel vayan disminuyendo. Esto hará que el tratamiento en esos días se estanque y no avance todo lo que podría, afectando directamente a los resultados.
En el caso de los tratamientos corporales pasa lo mismo. Las fórmulas recomendadas por nuestras profesionales ayudan a quemar grasa localizada, a reafirmar la piel o a eliminar toxinas y líquidos, según el diagnóstico y recomendación de cada caso.
Podemos usar una gran variedad de cremas, serum y productos de venta, pero es fundamental que sean prescritos por profesionales que sepan diagnosticar el problema a tratar. De esta forma nos ahorramos muchas «cremas que no funcionan«, que quizás no eran las más idóneas para nuestro tipo de piel o para lo que queremos mejorar.