¡Hola a todos y bienvenidos a un nuevo artĂculo! Soy Maribel Corpa y hoy os vengo a hablar sobre cĂłmo hacer un masaje para niños.
Una molestia muy común en los pequeños de ahora es el dolor de espalda, generado por las posturas que tienen con los ordenadores, las mochilas, etc.
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Ellos tambiĂ©n tienen contracturas en la espalda. Por esta razĂłn, en este artĂculo os dirĂ© cĂłmo cuidar a nuestros niños, ayudándoles a liberar y disminuir las molestias.
ÂżCĂłmo se hace un masaje infantil?
Para el masaje de espalda utilizaremos un aceite (de los que tengas en casa), o cualquier crema que tengas a mano.
La calentaremos en las manos y vamos a ir aplicándola por toda la espalda, haciendo un masaje circular suave con las yemas de los dedos para ir buscando donde hay más durezas.
Recorreremos toda la zona del paravertebral, las costillas, el omóplato y el área del trapecio, de los hombros y del cuello.
Después, aflojaremos la columna colocando dos deditos a los lados y subiremos haciendo un poco de presión hasta llegar a la cabeza. Repetiremos varias veces.
Continuaremos con una sujeción de las espinas de la columna vertebral con el objetivo de realizar un balance para destensar la musculatura y que el niño empiece a relajarse. Podemos ir hacia abajo y hacia arriba, repitiendo varias veces el movimiento.
Ahora buscaremos los huecos que hay entre las vértebras para pasar con ellos de manera transversal usando el pulgar.
Al hacer este masaje, seguramente ya hemos podido detectar las zonas más duras. Ahà es donde insistiremos más. Para ello, haremos un amasamiento que sea agradable y soportable utilizando las manos en forma de pinza. Con esta maniobra separaremos la musculatura que esté más agarrada, poniendo mayor atención en el área endurecida hasta que notemos que afloje o se quede más blandita.
Para trabajar los hombros nos vamos a colocar en la parte de arriba. Aquà comenzaremos haciendo una pequeña presión con la palma de la mano por toda el área, intentando bajar la musculatura.
Posteriormente, retomaremos la maniobra de pinza y la aplicaremos en esta zona.
Con los pulgares buscaremos el punto donde tenga mayor dureza el hombro y haremos una presión muy suave, simplemente localizaremos el punto y nos quedaremos un ratito intentando hacer una presión más profunda, pero siempre al ritmo que el tejido nos deje.
A los niños no les gusta el dolor y no tenemos que hacer un trabajo de contracturas, pero les va a venir muy bien que mantengamos la presión en la zona que peor tiene.
Para terminar el masaje y que sea más relajante haremos unos pasos suaves. Esto les gusta mucho a los pequeños, porque les tranquiliza. Todo lo que son caricias, te lo van a pedir. Para finalizar, colocaremos la toalla y haremos unas presiones.
Si es necesario y encontramos contracturas en las piernas, este mismo tipo de maniobras las podemos hacer por la parte posterior y anterior de esa zona.
Masaje de relajaciĂłn infantil
Si el problema de vuestro hijo no es tanto el dolor muscular, sino que es muy nervioso y le cuesta relajarse, podemos hacerle un masaje en los brazos, en las manos y en los pies.
Para ello, el brazo debe estar completamente relajado (sin que el niño haga fuerza). Comenzaremos aplicando un poco de aceite en toda la zona, desde el hombro hasta la mano, haciendo pases suaves y lentos. Recuerda que no queremos activar, sino relajar.
Seguiremos con un masaje en la mano abarcando toda la palma y relajando con unos pases circulares.
Después iremos estirando todos los deditos suavemente hasta soltar en la punta.
Ahora vamos a hacer unos pasos suaves con las yemas de los dedos siguiendo todo el borde de la mano y de los dedos. Podemos repetir varias veces.
Finalizaremos, haciendo unos pases suaves desde el hombro hacia la mano como queriendo hacer cosquillas.
Masaje para aliviar problemas digestivos
Ahora te voy a enseñar algunas técnicas de masaje para los problemas digestivos, ya sean de gases o de dolor de tripa.
Comenzaremos aplicando el aceite en el abdomen haciendo circulitos en direcciĂłn a las agujas del reloj.
Seguiremos con un oleaje intentando agarrar todo el abdomen para que quede dentro de las manos y lo desplazaremos de un lado a otro suavemente para no generar dolor. Tiene que ser algo agradable.
Para mejorar el funcionamiento del intestino grueso, haremos algunos pases a favor, trabajando en primer lugar el colon descendente, el cual inicia en el hueco que hay entre las costillas y la cadera; del lado izquierdo del cuerpo hasta la zona de debajo del ombligo. Para trabajar aquĂ, haremos unos movimientos y repetiremos varias veces.
Continuaremos con el colon transverso, yendo desde el lado derecho hasta el izquierdo por la parte de encima del ombligo.
Posteriormente, masajearemos el colon ascendente. Para ello, iremos desde la zona de la cadera derecha (donde está la cresta ilĂaca) hasta el hueco que hay entre las costillas y la cadera.
Para finalizar, volveremos a hacer los movimientos circulares en el sentido de las agujas del reloj y unos pases suaves con las yemas de los dedos, que eso les gusta mucho a los niños.
Masaje de reflexologĂa para niños
Los pies tambiĂ©n son una zona muy importante para los niños, por lo cual, los masajes de reflexologĂa pueden ser muy buenos para ellos. Además, son una terapia muy buena para ayudarles a descansar.
AsĂ que usaremos un poco de aceite y trabajaremos los dos pies a la vez. Comenzaremos aplicando el producto en todo el pie: la planta, el tobillo y entre los dedos.
Después, sujetaremos los tobillos y los balancearemos un poquito para que relaje las piernas.
Con los pulgares haremos unos movimientos circulares por toda la planta, desde el talĂłn hacia los dedos y luego iremos por el dorso hasta los tobillos.
Continuaremos con una fricción por toda la parte interna del pie. Para ello, los sujetaremos como si fuera el mango de una bicicleta y haremos fricciones hacia atrás y hacia delante.
Masajearemos los dedos (uno por uno) un poquito y haremos una presiĂłn en el huequito que hay entre ellos.
Para finalizar, haremos tres pases más suaves. El primero de todos, consiste en dibujar unos “ochos” por la planta del pie con el dorso de la mano. Hay que hacerlo muy lento y con un poco de presión para no hacer cosquillas.
El segundo consistirá en colocar la palma de la mano en la planta para que quede bien apoyada y que el niño tenga los pies relajados. Nos quedaremos ahà un poco de tiempo.
Los Ăşltimos pases serán suaves y sedantes desde la zona de las rodillas hacia los dedos, buscando sacudir la energĂa.
Una vez hecho esto, ponemos la toalla y hacemos unas presiones para quitar el exceso de aceite y evitar asĂ que el niño se resbale cuando se levante. Este Ăşltimo masaje (reflexologĂa) tambiĂ©n lo podĂ©is hacer antes de que el pequeño se vaya a dormir. Si le cuesta conciliar el sueño, lo acostáis y le hacĂ©is el masaje de brazos y de pies, con eso lo dejarĂ©is preparado para descansar.
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Esto ha sido todo por hoy, espero que os sirva y que lo pongáis en práctica en casa para que vuestros hijos puedan disfrutar de esta terapia.
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¡Y recordad siempre cuidar del cuerpo que es nuestro templo! ¡Hasta la próxima!