Reflexología podal para acelerar el metabolismo

¡Hola a todos y bienvenidos a un nuevo artículo! En el día de hoy os traigo una nueva técnica de reflexología podal, de esas que sé que os encantan.

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Muchas personas me han preguntado si se puede activar el metabolismo a través de la reflexología podal o incluso si se puede llegar a quemar grasas con esta terapia. Lo cierto es que, haciendo un uso adecuado de estas técnicas, podemos provocar la activación de órganos que nos van a ayudar a acelerar el proceso de quema de grasas, sin embargo, es importantísimo combinarlo con alimentación adecuada y ejercicio.

¿Qué es el metabolismo?

El metabolismo es un conjunto de reacciones bioquímicas que ocurren en la célula y en el organismo. La quema de energía va a depender de su velocidad, por esta razón, la gente que tiene el metabolismo bajo tiende a engordar (quema menos energía y esta se almacena en su cuerpo).

Por eso es muy importante mantener una dieta equilibrada y realizar ejercicio con regularidad, ya que tenemos que conseguir un déficit calórico e incrementar la actividad física para que el aumento de la velocidad del metabolismo sea efectivo. A todo esto, podemos sumar el uso correcto de la reflexología y así favorecer en el proceso.

A continuación, os voy a dar las zonas claves en las que tenemos que insistir para acelerar las digestiones.

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Antes de empezar con el masaje, me gustaría recordaros que si os hacéis miembros de nuestro canal de YouTube podréis tener acceso a las láminas donde están localizados todos los sistemas de reflexología podal. Además, podréis conocer cómo se trabaja cada una de las zonas paso a paso.

Masaje para acelerar el metabolismo: Reflexología podal

Para poder iniciar con el masaje, tenemos que hacer un calentamiento del pie. Os invito a revisar este vídeo donde os muestro cómo hacerlo. Lo ideal sería hacer un masaje completo (trabajando todos los sistemas).

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A continuación, os voy a enumerar las zonas más importantes donde tenéis que insistir para lograr estimular el metabolismo.

Los 4 aspectos más importantes para acelerar el metabolismo con reflexología

Vamos a trabajar cuatro aspectos diferentes. El primero es el emocional, ya sabéis que la reflexología podal funciona a través del sistema nervioso, el más importante y con el que se debe iniciar cualquier terapia.

Es fundamental tener el ámbito emocional muy presente en estos casos, ya que tenemos que ayudar a la persona a relajarse. Consiguiendo esto, abrimos la puerta a que no tenga tanta ansiedad y así desacelerar la ingesta nerviosa de comida que nos hace engordar desorbitadamente.

Al mismo tiempo, al tratar este primer aspecto, favorecemos la capacidad de la persona para que logre dormir, al menos, siete horas y tener una buena calidad de sueño, lo cual ayudará a que el metabolismo fluya positivamente.

Como podéis ver, los beneficios de trabajar con reflexología son muchos y muy importantes.

Plexo solar

Para comenzar, vamos a masajear el plexo solar que se localiza debajo de la almohadilla del pie (si bajamos entre el segundo y el tercer dedo). Justo ahí nos vamos a encontrar un hueco.

Una vez ubicada la zona, haremos un bombeo progresivo muy lento, dedicando dos o tres segundos a hacer una presión y otros dos o tres segundos a soltarla, intentando que el movimiento sea circular para que sea más agradable.

Sistema nervioso

Continuaremos con el sistema nervioso. Localizamos este sistema en el dedo gordo del pie, donde tenemos la zona del cerebro.

Si seguimos en esa zona (estirando el dedo) nos encontraremos al tendón y justo por el borde del pie tendremos la médula espinal.

En este paso, trabajaremos primero la zona del cerebro haciendo unos caminitos desde los lados hacia el interior del dedo.

Luego, seguiremos con la médula espinal haciendo caminitos desde la zona del cerebro hasta el final de la médula de ida y vuelta. Aquí nos vamos a detener en los puntos donde notemos mayor dureza.

Zona digestiva

Como no podía ser de otra forma, el siguiente aspecto a tratar es la zona dedicada al proceso digestivo. Es aquí donde damos con las funciones del organismo que más consumen, ya que el esfuerzo generado por el cuerpo en conseguir que la digestión sea rápida, en aras de acelerar el metabolismo, es considerable.

Para ello, debemos tener en cuenta tres zonas: El estómago, el hígado y la vesícula biliar.

Estómago

Al masajear el área del estómago ayudaremos a que este órgano funcione más rápido y digiera a mayor velocidad. De esta manera, consumiremos más energía. Dicha zona se encuentra (sobre todo) en el pie izquierdo (ya sabes que el sistema digestivo es diferente en ambos pies), en concreto, lo localizaremos debajo de la almohadilla.

Para ello, vamos a ir caminando desde el puente (del pie) hacia el dedo meñique. Se caracteriza principalmente por ser suave, por lo cual, en el momento en que detectemos más dureza ya nos estaríamos metiendo en otras estructuras.

Nos encontraremos con distintas dimensiones, ya que en cada persona es diferente. La gente que come muy poquito va a tener un estómago más pequeño, mientras quienes coman mucho lo tendrán más extendido.

Hígado y vesícula biliar

Ahora vamos a trabajar el hígado y la vesícula biliar.

Estos órganos los encontraremos en el pie derecho. Van a estar localizados debajo de la almohadilla, pero esta vez, lo vamos a trabajar haciendo caminitos desde el lado del meñique hasta el dedo gordo, creando un pequeño triángulo en la zona media del pie. Repetiremos varias veces. Al igual que en el estómago, vamos a tener una textura diferente al resto.

Es muy importante trabajar el hígado, porque nos va a ayudar a eliminar las toxinas y a digerir mejor las grasas. Es un órgano que funciona como un filtro y es básico para que el metabolismo no se estanque. Para movilizarlo más intensamente podemos hacer una maniobra, lo que ayudará a eliminar las toxinas de mejor manera.

Dicha maniobra consiste en sujetar el pie por la parte de arriba e ir haciendo los caminitos mientras vamos movilizando un poco. Es ideal que hagamos las dos maniobras a la vez, para dar más rapidez al masaje.

Dentro del hígado tenemos la vesícula biliar, la cual se encarga de secretar la bilis, una sustancia que facilita las digestiones de las grasas en el intestino delgado. Por lo cual, es importante trabajarla.

Para localizar la zona, nos colocaremos desde el huesito que tenemos en el lateral del pie e iremos al centro. Una vez en este punto, subiremos hacia el cuarto dedo hasta que la almohadilla no nos deje subir más. Estando ahí, bajaremos medio centímetro y notaremos una parte más durita. Esa es la vesícula biliar.

Para trabajarla bombearemos con el objetivo de que salga la bilis y luego (con unos arrastres en línea) ayudaremos a que este líquido pase por el colédoco hacia la zona del duodeno. Seguramente el dedo te vaya justo por ese lado.

Zona del riñón

Otra parte que vamos a trabajar para el metabolismo es la zona de eliminación de toxinas, ya que el exceso de estas lo ralentiza. Aquí lo que haremos será estimular el intestino grueso y el riñón con el objetivo de facilitar la eliminación de desechos y de líquido.

Para localizar el riñón, iremos desde el huesito del dedo meñique hacia dentro del pie. El trabajo se hará con bombeos para posteriormente, hacer un pequeño arrastre hasta la bolsita de la vejiga que está en el lateral del pie. Después seguiremos por detrás del tobillo hacia la salida. Repetiremos varias veces.

Zona del intestino grueso

Para trabajar el intestino grueso vamos a utilizar los nudillos con el objetivo de ir aflojando toda la zona donde se encuentra (talón). Lo haremos en ambos pies.

Zonas del equilibrio hormonal

Por último y muy importante para el metabolismo es el equilibrio hormonal. Así que os voy a dar cuatro glándulas que influyen en la velocidad del metabolismo.

Glándula de la hipófisis

La primera glándula que vamos a trabajar es la hipófisis, la cual, se ubica en la cabeza. Es la reina de las hormonas a través de ella se va a organizar a todas las demás. Para encontrarla en reflexología, deberemos partir del dedo gordo, justo en la mitad, yéndonos un poquito hacia el borde externo.

Glándula de la epífisis

La segunda glándula va a ser la epífisis (glándula pineal), también la tenemos en el dedo gordo. Esta se encarga de regulación de la melatonina que es la responsable de que durmamos y descansemos adecuadamente. Además, tiene efectos en la sensación de hambre.

Para localizarla, nos colocaremos en la mitad del dedo gordo, aunque esta vez vamos a ir hacia el borde interior y justo donde hace la arruguita el pie, subiremos un poquito. Si todo se hace bien, encontraremos un pequeño granito de arroz. Ahí es donde la vamos a bombear.

Glándula tiroidea

La tercera va a ser la tiroides glándula donde se encuentra el hipotiroidismo, problema que ralentiza el metabolismo.

La localizaremos en la base del dedo gordo, del lado de la planta y del dorso. Justo donde acaba (en la arruguita) vamos a tener como un centímetro donde hallaremos una textura diferente que será la de la tiroides.

Para trabajarla, haremos unos caminitos por la parte de la planta y luego repetiremos por la zona del dorso.

Glándulas suprarrenales

Las últimas glándulas hormonales van a ser las suprarrenales, las cuales se encargan de segregar el cortisol cuando estamos en estrés o tenemos cierta obesidad. Así que las vamos a estimular para movilizar los líquidos.

Localizamos el riñón como lo hicimos antes desde el huesito del metatarso del meñique, pero esta vez no colocaremos el dedo plano, lo giraremos y nos colocaremos en la parte superior de esta zona, ahí es donde están las suprarrenales. Para trabajar la zona vamos a bombear hacia abajo para llevar todo hacia el riñón.

Con esto tenemos las zonas más importantes a trabajar, pero como ya sabéis, si hacéis la reflexología completa y tocáis todos los sistemas, vais a conseguir mejores resultados.

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Es muy importante que cuando se haga este masaje, el paciente beba mucha agua en las horas posteriores, ya que vamos a estimular la eliminación de líquidos y de toxinas. Lo ideal sería hacer este masaje diariamente, cuando comiences la alimentación equilibrada y el ejercicio. Luego, se recomienda hacer un seguimiento conforme se vayan notando los resultados, para así reducir la frecuencia en una sesión a la semana y poco a poco un mantenimiento al mes.

Espero que este artículo os haya gustado y no os olvidéis de compartirlo a quien le pueda interesar. También, os invito a que me dejéis todas vuestras dudas en los comentarios.

Recordemos lo importante que es cuidar nuestro cuerpo, nuestro templo. ¡Hasta la próxima!