El tuina es, junto con la acupuntura y la fitoterapia, el corpus de la Medicina Tradicional China (MTC). El tuina se basa en la idea que sustenta la MTC: la existencia de una energía vital, el Qi, de cuyo equilibrio dependen todos los procesos del universo y de la persona. Su objetivo, por tanto, es prevenir y restaurar los desequilibrios que se producen en el Qi que circula por el cuerpo, a través de los canales energéticos llamados meridianos.
Para ello, el tuina se sirve de una serie de técnicas manuales desarrolladas a partir de dos movimientos de base: empujar y apretar. A fin de aumentar el beneficio terapéutico, se utilizan preparaciones aceitosas, cataplasmas herbales o bálsamos.
Las maniobras del tuina afectan a músculos y articulaciones. Y a un nivel más profundo, también al flujo de energía vital. El tuina desbloquea los canales y produce un efecto beneficioso corporal y mental.
Este masaje tiene más similitudes que diferencias con el Shiatsu. Por lo general el Tuina se da sin ropa y con aceite.
Entre las patologías que trata la Medicina Tradicional China a través del Tuina, están ciertos desórdenes sexuales. El primer paso es conocer el tipo de desorden sexual: no es lo mismo que la clienta tenga amenorrea (que no le venga la regla) o menorragia (que ésta sea demasiado abundante), que padezca de embarazo psicológico o estados anímicos influidos por las hormonas. También se dan casos de pacientes con impotencia o exceso de potencia. El tratamiento sería diferente en función del caso.
Si el problema es fisiológico, resulta más difícil de tratar que si es funcional, donde hay más probabilidades que se produzca un cambio. Por ejemplo, si una mujer no genera óvulos, no se quedará embarazada. O si una persona tiene la tiroides dañada será más difícil tratar determinados estados. No es así cuando el problema proviene de una disfunción, ya fuere hipo o hiper, de cualquier órgano o sistema. En trastornos ginecológicos donde puede haber dolores musculares y bloqueos energéticos, se deberá evaluar si el problema es fisiológico, de fascias, intestinal, etc. En este caso, se podría trabajar movilizando el flujo energético y eliminando las adherencias. En definitiva, reduciendo de forma considerable el dolor.
En cuanto al síndrome menstrual, muy doloroso para algunas mujeres, la MTC (Medicina Tradicional China) no trata por igual todos los casos, bajo una misma etiqueta. Se puede dar, o no, dolor de cabeza, abdomen, lumbares, retención de líquidos, cambios de humor, etc. Los síntomas son diferentes en función de la mujer. También se tiene en cuenta la cantidad de flujo, el momento justo en el que aparece el dolor (periodo medio del ciclo, días previos, primer día, etc.). Lo más común son los dolores musculares, o aquellos producidos por problemas intestinales. En ocasiones, son consecuencia de fijaciones vertebrales. Se trabajarán determinados ámbitos: adherencias, energía del sistema digestivo, ansiedad y todos los síntomas personales que manifieste el paciente.
Al principio se tratará con una sesión semanal, y depende de la evolución de cada caso, se adaptará el tratamiento acorde y se distanciarán las sesiones. Sería más que aconsejable tratar por lo menos dos ciclos para poder hacer una evaluación.
