¡Hola a todos y bienvenidos a un nuevo artículo! Hoy te voy a enseñar cuál es el mejor masaje para tratar la fascitis plantar.
Soy Maribel Corpa, directora de Formación en el Templo del Masaje y en este artículo resolveré todas las dudas de la gente que ha acudido a mí con un problema de dolor en la planta del pie y que muchas veces es diagnosticado como fascitis plantar.
¿Qué es la fascitis plantar?
La fascitis plantar es un problema que hay en la planta del pie donde la fascia que la recubre se encoge y se acorta.
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¿Cómo detectar un problema de fascitis plantar?
Lo más común va a ser dolor y rigidez en la planta del pie. Esto puede deberse a que esta zona tiene demasiada curva en el puente, porque la fascia está tirando y lo recoge o al revés que esté demasiado plana y estire en exceso la fascia haciéndola trabajar el doble.
¿Qué es la fascia?
Para los que no lo sepan, la fascia es una especie de tela de piel que recubre la musculatura.
La fascia de la planta del pie va desde la zona del calcáneo (que es el hueso del talón) hasta la base de los metatarsos donde están los dedos (en la parte de la almohadilla del pie).
Normalmente se suele sobrecargar por caminar en exceso o no hacerlo adecuadamente.
Para aliviar y ayudar a corregir el motivo de este dolor, te voy a enseñar qué tipo de masaje es el más adecuado.
Para poder ser atendido por alguno de nuestros profesionales, te recomiendo reservar una cita en cualquiera de nuestros templos.
Masaje para aliviar las fascitis plantar
Zona del gemelo
Para hacer el masaje colocaremos a la persona boca abajo con un futón debajo en las rodillas.
Comenzaremos descargando la zona del gemelo, ya que por ahí viene la fascia posterior que engancha en el talón, la cual también puede darle mayor tensión a la planta.
Así que aflojaremos todo el gemelo realizando un estiramiento de la fascia desde la rodilla hasta el talón pasando por encima de él y llegando a la planta.
No utilizaremos mucho aceite (poco o nada), porque la intención no es hacer un masaje del músculo, sino un planchado de la fascia.
Lo podemos hacer de 2 maneras: Con la palma de la mano.
O con la zona del antebrazo.
Nos apoyamos y con el peso del cuerpo empujaremos hacia el talón.
Lo realizaremos en 3 niveles: superficial, medio y profundo. Todos se diferenciarán en la presión ejercida.
El nivel superficial es muy suave, el medio requerirá un poco más de peso para llegar al músculo y, por último, el profundo es el que más peso requiere. Sin embargo, es importante tener en cuenta la sensibilidad del paciente, recuerda que debe ser tolerable.
Si notamos que el gemelo está muy contracturado, sobrecargado o endurecido podemos realizar maniobras de amasamiento para aflojarlo.
Tendón de Aquiles
También insistiremos en el tendón de Aquiles. Aquí trabajaremos desde la zona de la pierna-gemelo hasta llegar al talón.
Otra forma de trabajarlo consistirá en estirar un poco el pie y trabajar así. Siempre con unos pases en dirección al talón.
Planta del pie
Después repetiremos las maniobras anteriores, pero en la planta del pie (donde está la fascia). Lo realizaremos con el puño, pero si es demasiado fuerte (provoca mucho dolor al paciente) usaremos la palma de la mano.
Para este ejercicio iremos desde el talón hasta los dedos.
La profundidad del masaje variará dependiendo de la cantidad de peso que estemos poniendo en nuestro brazo. ¡No lo olvides!
Zona del tibial
Hecho esto, procederemos a cambiar la posición del paciente (boca arriba) y ahora trabajaremos con las mismas maniobras el tibial (toda la zona anterior del pie) llegando hasta la base de los dedos.
Del mismo modo, en el caso del gemelo lo haremos con el antebrazo (para mí es la postura más cómoda para no dañarme) acoplándolo en la zona, tratando de usar solo la parte blandita (evita el hueso).
Realizaremos el pase en tres profundidades desde la zona de la rodilla llegando hasta donde nos permita al pie.
Almohadillas
La última zona por tratar va a ser la almohadilla del pie. Esta es una parte donde la fascia también se inserta, por lo cual, realizaremos un estiramiento de los dedos un poco (lo que el paciente nos permita sin que le duela) y movilizaremos la fascia desde la base de los dedos pasando por toda la almohadilla hasta llegar al puente. Para trabajar esta zona con mayor eficacia, podremos utilizar los nudillos de la mano.
Masaje digital para aflojar la musculatura
Con estas maniobras ya habremos aflojado bastantes tensiones de la fascia, pero si queremos podemos optar por un masaje digital para aflojar la musculatura o con estiramientos del puente del pie. Haciendo toda la terapia, estoy segura de que el pie ya quedará muchísimo más relajado.
Este es un masaje que te va a venir bien si tienes o no fascitis plantar porque, aunque no sientas dolor, seguramente tienes sobrecargada esa parte del pie, ya que es una zona que se suele tensar con facilidad. ¡Esto va a beneficiar a tu pisada!
Recuerda que los pies son la base y el cimiento del cuerpo y es una zona que hay que cuidar, ya que soporta nuestro peso durante todo el día. Si en este momento tienes una fascitis plantar y te está doliendo de manera aguda lo mejor es que lo hagas un día sí y uno no durante una o dos semanas hasta que notes la mejoría.
Cuando ya haya pasado el problema, como mantenimiento te aconsejo hacerlo una vez a la semana o cada quince días y cuando notes que el dolor vuelve, para evitar que vuelva a contraerse toda la fascia.
Si sufres de este problema y no lo puedes solucionar en casa, recuerda que en el Templo del Masaje también te podemos ayudar. Si estás en Madrid, en cualquiera de nuestros 5 centros podemos atenderte. Reserva una cita ahora.
Hasta aquí el artículo de hoy, espero que te haya gustado y sobre todo que te ayude a solucionar tus problemas en la fascia del pie. Si tienes alguna duda no olvides dejarla en los comentarios.
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Y nunca lo olvides, cuídate que tu cuerpo es tu templo. ¡Hasta la próxima!
