Shiatsu: qué es y para qué sirve

Cuando nos duele la cabeza tendemos a llevarnos las manos a las sienes o a la frente y realizamos pequeñas presiones circulares; cuando tenemos una molestia en las lumbares, instintivamente, apoyamos las palmas de las manos en la parte baja de la espalda y la masajeamos ligeramente. Esto son solo algunos ejemplos de movimientos naturales que las personas realizan ante una dolencia para calmarla y, a la vez, es el origen del Shiatsu, una práctica natural que se realiza en el Templo del Masaje para aliviar diferentes dolores.

El Shiatsu es una técnica oriental china-japonesa, que busca el equilibrio de la energía. Consiste en trabajar de manera integral todo el cuerpo, mediante estiramientos, presiones en determinados puntos, etc. De este modo, se restablecen los canales energéticos internos de manera global, puesto que el lugar donde irradia una molestia no coincide siempre con el origen del problema. Muchas veces una patología se debe a que somatizamos emociones y, otras veces, a contracturas internas y profundas que van acortando los músculos.

Existen varias modalidades de Shiatsu, aunque todas utilizan los meridianos  de la medicina tradicional china para restablecer la energía. Por un lado está el Shiatsu Japonés, que se basa en ejercer presiones más o menos fuertes con el dedo pulgar en una determinada línea de puntos preestablecidos. Por otro, se encuentra el Shiatsu Zen que es más dinámico que el anterior. Introduce más maniobras, movilizaciones y estiramientos, así como presiones con toda la mano, con la palma, el antebrazo o la rodilla del profesional en el paciente.

El Shiatsu Zen es el que aplicamos en el Templo del Masaje y es útil para diagnosticar enfermedades a través del abdomen o hara, donde están representados los meridianos chinos. Lo que hacemos es buscar el meridiano más vacio y el más lleno para trabajar con ambos hasta equilibrar el cuerpo. También se puede utilizar la propia historia del paciente, a través de la cual se le ayuda a liberar tensiones y, por ende, el cuerpo.

Para conseguir beneficios, esta técnica debe ser continua a lo largo de varias sesiones, hasta conseguir que la energía vaya por el camino correcto. En ocasiones, si la molestia es aguda o puntual, se ven los resultados después de una sesión.

El Shiatsu Zen es similar a la acupuntura, pero sin agujas y sin incidir directamente en puntos concretos. La acupuntura trabaja durante el tiempo que las agujas están en el paciente. En el Shiatsu, en cambio, se moviliza la energía a través del trabajo físico sobre la musculatura y articulaciones, consiguiendo mayor flexibilidad y rotación. La acupuntura tiene efectos más potentes que el Shiatsu por lo general ya que la aguja es más precisa y trabaja mejor la energía.

En definitiva, esta terapia oriental natural es muy útil para sentirnos mejor con nosotros mismos, puesto que equilibra todas las partes del cuerpo y las libera de tensiones. Es una técnica muy buena para embarazadas, porque elimina los bloqueos en la pelvis y cadera, favoreciendo su movilidad a la hora de dar a luz. Además, está aconsejada para problemas lumbares, ciáticas y otros dolores de espalda como contracturas profundas y personas con musculatura muy fuerte, puesto que se llega antes al bloqueo con las maniobras de Shiatsu que con un masaje normal. También es apta para problemas de retención de líquidos, dolor de piernas o musculares. Sobre todo, el Shiatsu ayuda al paciente a recordar que la mayoría de dolencias provienen del estrés exterior y que una mente en calma es siempre sinónimo de un cuerpo equilibrado.