Una de las creencias de la Medicina Tradicional China es que los alimentos son curativos, pero para cada dolencia u órgano afectado hay una indicación que servirá para reequilibrar la energía dentro del cuerpo. Los chinos se basan en “la teoría de los cinco elementos” –madera, fuego, tierra, metal y agua– que los asocian a los cinco sabores o capacidades curativas –agrio, amargo, dulce, picante y salado–. Además, los alimentos en la Medicina Tradicional China los clasifican según su similitud en cuanto a forma y color de cada órgano. Por ejemplo, las nueces se parecen al cerebro y precisamente están dirigidas a estudiantes o personas con mucha actividad mental. De igual modo, los chinos usan distintos alimentos de manera terapéutica.
Las fresas ayudan a la circulación y el corazón. Las judías pintas se asimilan a los riñones y ayudan a drenarlos. Por otro lado, tanto el intestino grueso como el pulmón se asocian al color blanco, por lo que la cebolla y el ajo son recomendables para mejorar asmas, bronquitis o dolor abdominal. El hígado está relacionado con el elemento madera, asociado al color verde y, en consecuencia, toda la verdura le funciona estupendamente para desintoxicarlo, especialmente con sabor amargo. Sin embargo, el bazo y el estómago están relacionados con el elemento tierra y el sabor dulce natural, como el de las frutas. En este punto es fundamental mencionar que hay alimentos que deprimen, como los azúcares refinados. Se trata de productos que no se digieren adecuadamente, por lo que el cuerpo los acumula y estanca, produciendo picos de subida y bajada que desestabilizan los niveles de azúcar en sangre.
En cuanto al sabor amargo se asocia con el fuego y sirve para intoxicaciones alimentarias o malas digestiones. Productos con cardo mariano o algún té son útiles para tratar estas patologías. El picante es un elemento que se asocia al elemento del metal, sube las defensas y ayuda a contrarrestar lesiones como herpes o yagas chupando, por ejemplo, pimienta.
Para la Medicina Tradicional China los sabores y alimentos cambian el estado de energía del cuerpo y con ello a las personas. Ellos ya advirtieron de que “se cava la tumba con los dientes”… por lo que una correcta alimentación es el mejor seguro de vida que tenemos.
Sobre la imagen escogida, me gustaría matizar más allá de que los iconos correspondan mejor o peor con el color indicado en letra, que el color azul pertenece a la fase de la madera.
Lo que los chinos llaman «qïng», no tiene traducción literal al castellano, ya que comprende tanto al color verde como al azul. Así pues, el verde y azul (cielo) corresponden a la madera.
Mientras, para la fase del agua se asocia el color negro, así como cualquier color oscuro. De esta manera alimentos de color oscuro (independientemente de su tono) se asocian a la fase del agua: arándanos, mora, remolacha, algarroba, etc.