Conoce las principales zonas reflejas de la reflexología podal

¡Hola a todos! Soy Maribel Corpa, terapeuta y directora de formación del Templo del Masaje. El día de hoy vamos a hablar de la reflexología o reflexoterapia podal.

¿Qué es la reflexología?

La reflexología es el masaje más antiguo y milenario que existe, de hecho, es considerada la primera terapia que se empezó a utilizar. Se realiza a través de los pies ya que cuentan con unas zonas reflejas que se asocian a los órganos y a las estructuras del cuerpo. Por lo cual, al trabajar en el pie podemos llegar a influir en todo el organismo.

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Lo que aprenderemos en este artículo será la metodología usada para localizar y tratar esas zonas reflejas. ¡Acompañame a descubrirla!

Zonas reflejas de reflexología

En el pie tenemos representado todo el cuerpo, prácticamente está dibujado. En el dedito gordo encontraremos la cabeza de la persona, seguida por la parte de la columna vertebral en la cara lateral interna del pie.

En la parte media de la planta hallaremos los órganos internos y los huesos y estructuras óseas del cuerpo humano. La zona superior es la estructura de la cintura escapular (toda la parte de los hombros). La parte del talón y los tobillos abarcan toda la zona de la cadera y la pelvis.

Zona de la cabeza

Con base en esto, te voy a enseñar a identificar algunas zonas para que puedas trabajar adecuadamente con ellas. La primera y una de las más comunes es la zona de la cabeza (dedo gordo). Aquí tenemos el cerebro con todas sus estructuras. Bajando encontraremos la medula que abarca toda la cara lateral interna del pie. Esta área es ideal para solucionar problemas del sistema nervioso o para relajar la mente en épocas de mucho trabajo y estudio.

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Al trabajar toda esta parte, conseguiremos que la persona se relaje, que el cerebro segregue otras ondas más sedantes e induciremos al sueño.

Zona del riñón y la vejiga

Otras zonas que podemos ver muy reflejadas son los riñones y la vejiga. El primero se ubicará en la parte media de la planta del pie y conectará a través del uréter con la vejiga que es un “saquito” localizado en la parte media del borde interno del pie. De ahí conecta con la uretra hacia el exterior.

Por esta razón, el trabajo de riñón y de vejiga lo vamos a hacer siempre ayudando a que todo vaya hacia la salida para facilitar la eliminación de toxinas y de arenillas.

Zonas digestivas

Las zonas digestivas se pueden trabajar muy bien. El hígado (pie derecho) lo tenemos en la parte media del pie. Este nos ayudará a hacer las digestiones.

En el pie izquierdo tenemos el estómago y arriba de él, el esófago. En esta zona vamos a tratar las digestiones. Por lo general, se trabaja cuando hay pesadez, nudos o molestias.

Zona del intestino grueso

Otra zona interesante es el intestino grueso, el cual se divide en los dos pies abarcando zonas diferentes cada uno. En el pie derecho tenemos la parte ascendente del intestino y del transverso y en el pie izquierdo tenemos el otro trocito del transverso, el descendente y la curva sigmoidea, la cual baja hacia el recto.

En esta zona trabajaremos el estreñimiento (sobre todo en el pie izquierdo). Esta área del talón la podemos trabajar ablandándola mucho, ya sea con los dedos, nudillos e incluso con el puño. Cuanto más blandita consigamos dejarla, mejores van a ser las eliminaciones, lo que nos ayudará a no quedarnos atascados y que no haya problemas de estreñimiento. ¡Es muy importante que el digestivo fluya!

Zona de los pulmones

Los pulmones los tenemos en la parte superior de la planta del pie derecho por debajo de los dedos. Aquí encontraremos la tráquea en la zona donde (hueco entre el primer y segundo dedo del pie) sale más dureza y a un lado estará el pulmón (en cada pie hallaremos uno)

Esta área la vamos a trabajar queriendo llevar todo desde el extremo del pulmón hacia la salida (tráquea) para vaciar impurezas, dióxido y ampliar la respiración.

Además, también tenemos técnicas donde podemos incrementar el tamaño y capacidad del pulmón. Si empujamos con el puño vamos a conseguir que los dedos se abran. En ese momento, haremos unos movimientos de apertura y cierre. Con esto conseguiremos que los pulmones respiren y que cojan un poquito más de fuerza para las épocas de frío.

Zona de los senos nasales

Otra zona muy importante relacionada con estas enfermedades son los senos nasales (que tenemos en la cara), los cuales siempre se nos quedan llenos de moco, haciendo que no podamos respirar y estemos todo el día con el pañuelo.

Esta zona se ubica en el dedito gordo, concretamente trabajaremos los frontales. Los maxilares y esfenoidales están en todos los deditos, son todas las yemitas.

Toda esta parte del pie se masajea haciendo amasamientos para que quede bien, suavecita y para quitar toda la dureza que podamos encontrar. Los movimientos pueden ser circulares o hacia abajo.

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Si trabajamos todas estas zonas en una persona que tiene un poquito de enfermedad le ayudaremos a aliviar el moco y le permitiremos respirar mejor.

Aparte de todo esto que he contado, evidentemente hay muchísimas más zonas y muchísimas más cosas que se pueden trabajar, estos son sólo unos pequeños consejos para que pongas en práctica en casa, pero si te interesa nos puedes preguntar sobre lo que quieras saber. También, te recomendamos apuntarte a uno de nuestros cursos presenciales de reflexología o si lo prefieres, adquirir nuestro curso online de reflexología para que aprendas todo lo que desees saber sobre reflexología sin salir de casa y de la mano de Maribel Corpa.

También tenemos tratamientos de reflexología en el Templo de Masaje, los cuales son increíbles. ¡Tienes que vivirlos!

Si te ha gustado este artículo o te ha sido de utilidad no te olvides de compartirlo quien creas que puede interesarle. ¡Y recuerda cuidarte, porque tu cuerpo es tu templo! ¡Hasta la próxima!