Los 5 tipos de masajes básicos que debes conocer

Bienvenido a este nuevo artículo que te será de mucha utilidad ya que te diré qué debes tener en cuenta para elegir el mejor masaje entre todos los que ofrecemos en nuestros Templos. Hoy haremos un recorrido por cada uno explicando un poquito en qué consisten.

En esta ocasión, nos vamos a centrar en los masajes básicos (los que se hacen en camilla y con aceite), los que solemos pedir para tratar las contracturas de la espalda, de las piernas o los problemas del día a día. Nuestra lista comenzará desde el más suave hasta el más fuerte. ¡Acompáñame a descubrirlos!

#1 Masaje de drenaje linfático

Es un masaje muy suave y sutil que se hace para movilizar el líquido que hay en la dermis, disminuyendo así, su retención, que se genera normalmente por operaciones u otros problemas en las piernas (o en otros lugares del cuerpo).

Por lo general es un proceso muy lento y suave, que se suele hacer sin aceite (o con muy poco). De hecho, la mayoría de las terapeutas solo usa talco para que no se resbalen sus manos.

Su objetivo principal es movilizar y desplazar la piel. Las maniobras del drenaje tienen que ser muy lentas, suaves y prolongadas como si fuera un gusanito moviendo el líquido que está retenido. En caso de no hacerlo así, no conseguiremos movilizar la linfa para poderla eliminar.

El masaje sigue un recorrido exacto de una manera determinada para que se logren excelentes resultados.

Si te gustan los masajes fuertes o quieres una terapia anticelulítica, el drenaje linfático no es para ti, ya que no te va a movilizar la celulitis que ya está dura. Esta terapia sólo se recomienda cuando hay líquido.

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#2 Masaje circulatorio

Consiste en movilizar la circulación, sobre todo de las piernas que suelen ser las más afectadas al trabajar mucho tiempo de pie o sentada.

Este masaje se realiza con un poquito más de presión que el de drenaje linfático, aunque no demasiada, porque no hace falta llegar a trabajar la musculatura, simplemente vamos a hacer pases mucho más fluidos, más rápidos y de forma ascendente (en dirección al corazón) para ayudar a que la sangre llegue a su destino.

Se recomienda para la gente que siente las piernas muy pesadas, que tiene principios de varices o que comienza a notar venitas finitas en la zona del muslo.

Por lo general, la época del año en la que mejores resultados ofrece es en el verano, porque con el calor las venas se dilatan y hay más cantidad de sangre estancada en las piernas (lo que también provoca que nos cueste un poquito más caminar). Entonces, lo que hará el masaje será renovar la circulación dejándonoslas más refrescaditas. Para potenciar este efecto se pueden usar aceites o cremas específicas.

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#3 Masaje relajante

Por lo general, el masaje relajante es para la gente que no quiere nada de dolor, pero que desea trabajar la musculatura, tratando de hacerla más elástica y que se la manejen un poquito sin sufrir ni una pizquita.

Por esta razón, la terapia será muscular, con el objetivo de movilizar todo, pero teniendo presente que las maniobras deben ser agradables. De hecho, vamos a movilizar las zonas más endurecidas muy poquito para que la persona no sufra ni se sienta incómoda. Debido a esto, no se van a trabajar las contracturas.

El masaje relajante se recomienda para el cuerpo entero (piernas, espalda, cuello, etc.) ya que esto hace que su efecto sea más potente. Recuerda que no incidimos a profundidad en ninguna zona, pero lo tocamos todo.

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#4 Masaje anticelulítico

Los dos últimos masajes son los que más duelen o molestan, porque vamos a trabajar las zonas que están mal para tratar problemas concretos.

En el masaje anticelulítico trabajamos las venas que están en la dermis. Por lo general, suele causar dolor porque se tocan las terminaciones nerviosas libres.

Por esta razón, es normal que cualquier pellizquito que hagas dónde hay celulitis duela. Así que hay que ir con cuidado, pero tratando de romper la fibrosis que está pillando a las terminaciones nerviosas para que el cuerpo vuelva a dejar toda la zona fluida.

Evidentemente el masaje es doloroso, pero se puede ajustar a la tolerancia del cliente, aunque es importante mencionar que cuanto más intenso sea, mejores serán los efectos que se consigan con él.

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#5 Masaje descontracturante

Al último he dejado el masaje descontracturante o masaje deportivo, ya que es la terapia más más dura pero también más relajante, porque aquí se trabajan las contracturas con el objetivo de romper fibras, quitar adherencias y brindarle fluidez y movilidad al cuerpo.

La terapeuta se deberá ajustar a la presión que necesite y soporte el paciente teniendo en cuenta su respiración, los masajes anteriores que ha recibido y la dureza del músculo.

En este masaje se van a hacer presiones más fuertes en puntos concretos y maniobras de mucha movilidad. Aunque puede generar molestias, te aseguro que el efecto al terminar la sesión será completamente diferente al de los otros masajes.

Eso sí, te puede dejar un poquito de agujetas en las primeras sesiones que te des, ya que al trabajar fuertemente el cuerpo queda un poco resentido.

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Espero que este artículo te ayude a decidir qué masaje darte y si tienes dudas, escríbenos en los comentarios y te las responderemos enseguida.

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