¡Hola a todos, Templarios y Templarias! Hoy les tengo un artículo sobre el insomnio, uno de los temas que más les interesan.
En esta ocasión, les daré una clase de automasaje facial para combatir este problema y lograr un mejor descanso.
El insomnio y sus efectos en la vida diaria
El insomnio tal vez sea uno de los problemas más extendidos en el mundo. Mucha gente al ir a la cama no puede conciliar el sueño, por lo cual, empieza a darle vueltas a diferentes temas o presiones de su vida. Esto se genera por una tensión acumulada durante el día.
Para combatirlo, es importante realizar ejercicios de relajación del cuerpo tumbados y boca arriba y disminuir la tensión de los músculos, desde los pies hasta la cabeza.
En la zona de la cara realizar unas maniobras y unos masajes ayudará a destensar esa musculatura. Repetir esta terapia todas las noches, nos ayudará a dormir perfectamente, levantándonos más enérgicos al día siguiente.
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Automasaje para dormir mejor
Dormir bien es fundamental, pero a veces no conseguimos liberar las tensiones cuando nos vamos a la cama, lo que termina por dificultar el descanso.
El automasaje es una muy buena opción para solucionar este problema de manera natural, sencilla y rápida.
A continuación, te mostraré cómo se realiza:
Nota: Este masaje los podemos hacer de arriba hacia abajo o viceversa. El día de hoy te mostraré cómo realizarlo desde la parte inferior hacia la superior, ya que así lo trabajo siempre.
Zona de la mandíbula
Comenzaremos con la zona de la mandíbula para relajar toda la tensión que tenemos en el masetero, un músculo (el más fuerte del cuerpo humano) muy potente que ayuda a cerrar a la mandíbula.
Para trabajar esta zona, vamos a incidir primero en 2 canales que son muy importantes: El de Vaso Concepción que va por el centro del cuerpo (frente) y el de Vaso Gobernador que va por la parte trasera y acaba justo debajo de la nariz.
Punto de Vaso Concepción
Empezaremos relajando el punto de Vaso Concepción colocando 2 dedos en la mandíbula (con una mano o las dos) y ejerciendo una presión (con el peso de las manos) hasta que notemos que nuestra boca se abre un poquito.
Si lo hacemos con mucha fuerza, la zona tenderá a cerrarse y eso no es apropiado. Debes ejercer la presión y esperar a que sea la propia mandíbula la que se abra.
26 de Vaso Gobernador
El siguiente punto que trabajaremos, será el 26 de Vaso Gobernador que se encuentra debajo de la nariz (en la parte superior del labio).
Comenzaremos cogiendo la zona con una mano o con las dos y la desplazaremos un poquito hacia abajo. Mantendremos la presión hasta que notemos que toda esa zona superior se relaja.
6 de Estómago
Ahora trabajaremos otro punto de la mandíbula que tendemos a presionar durante la noche. Se trata del 6 de estómago, un punto clave para aflojar toda la musculatura.
Para encontrarlo, cogeremos de referencia el pico de la mandíbula y nos vamos a mover un centímetro en diagonal. Si lo hemos hecho bien, notaremos que hay un punto de mayor sensibilidad, ese será el 6 de estómago.
Esta área se puede masajear de 2 maneras. De forma circular y mi favorita, que consiste en mantener una presión hacia la profundidad y la barbilla.
Si optamos por este último masaje, notaremos que la musculatura se relaja mucho más rápido.
Orejas
La siguiente zona por trabajar van a ser las orejas, ya que la tensión de la musculatura de la cabeza también oprime el cerebro y no nos deja relajarnos.
Puntos de Vesícula Biliar, Triple Recalentador e Intestino Delgado
Delante de la oreja tenemos 3 puntos y cada uno corresponde a un canal: Vesícula Biliar, Triple Recalentador e Intestino Delgado.
Podemos trabajar cada punto por separado a juntos. Para ello, realizaremos una presión (con uno o tres dedos) yendo hacia la profundidad para posteriormente, desplazar el tejido hacia la nariz. Mantendremos el movimiento hasta que notemos que esa zona se ha relajado.
Movilización con las manos
También podemos movilizar las orejas colocándolas entre el dedo medio y al anular. Reforzaremos la maniobra apoyándonos del índice y el meñique respectivamente.
Es muy importante que durante el ejercicio no despegues las manos de la piel para que se movilice de forma suave y sin que moleste, pero notando que estamos trabajando.
Si lo preferimos, podemos optar por el masaje normal estirándolas y frotándolas. Todo esto, les vendrá muy bien y ayudará a relajar toda la zona.
Ojos
La siguiente zona que vamos a trabajar será la de los ojos y la frente que, en muchas ocasiones, es la que mayor tensión tiene.
Para los ojos, haremos un masaje por todo el borde del hueso (parte inferior y superior).
En la zona inferior (para automasaje) utilizaremos 2 deditos con el objetivo de abarcar perfectamente el borde del hueso. Al verlo en la imagen, podemos pensar que el movimiento lastima el ojo, pero cuando lo hagamos en casa notaremos que no es así.
Los ojos guardan mucha tensión, sobre todo, si trabajamos con ordenadores, móviles o en momentos de estudio donde forzamos la vista de más.
Iremos por el lagrimal hasta llegar a la zona del rasgado del ojo. Posteriormente, con el pulgar bordearemos el hueso de la parte superior.
Al hacer este masaje notarás que hay puntos que duelen más que otros. Esos son los músculos que más se tensan a lo largo del día. Si miramos mucho hacia la izquierda o hacia a la derecha esa parte se estresará más, provocando un mayor dolor.
Por esta razón, es muy importante que, al trabajar, coloquemos el equipo (o cualquier otra cosa) en la parte frontal, ya que esto nos permitirá usar toda la musculatura de manera adecuada.
Zona de las cejas y la sien
Otra zona muy importante en esta área de la frente y los ojos son las cejas. Una parte muy necesitada, ya que al fruncir el ceño generamos mucha tensión en el área.
Para relajarla realizaremos unos pellizcos. Para ello, cogeremos toda la ceja, la pinzaremos y mantendremos hasta que notemos que la tensión o el dolor disminuye.
Haremos esta maniobra por toda la línea de la ceja hasta llegar a la sien. Seguramente al alcanzar esta zona, también sentirás bastante tensión.
Para liberarla, colocaremos 2 o 3 dedos (como nos sintamos más cómodos) y ejerceremos una presión mantenida desplazando la piel hacia abajo. Aquí nos quedaremos hasta que notemos un cambio.
Frente
Para terminar este masaje trabajaremos la frente, colocando las palmas de la mano en la zona con el objetivo de desplazar el tejido hacia abajo.
Al mantener este movimiento, relajaremos toda el área lo que nos ayudará a calmar la mente.
Probablemente a estas alturas del masaje ya esté dormido el paciente.
Consejos finales
Para notar los cambios el tiempo puede variar dependiendo del paciente. Hay veces en que lo percibes hasta los 10, 20 o 30 segundos mientras que en otras ocasiones necesitas insistir durante 1 o 2 minutos.
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Para lograr los mejores resultados la terapia se deberá hacer en función del paciente. Si detectamos una tensión leve probablemente en 1 o 2 días note mejoría, pero si el estrés está acumulado, seguramente se necesitará más tiempo. Sin embargo, a partir de la primera semana verá los primeros beneficios.
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Y recuerda siempre cuidarte que tu cuerpo es tu templo. ¡Hasta la próxima!