¡Hola a todos y bienvenidos a un nuevo artículo! Soy Maribel Corpa, directora de Formación del Templo del Masaje. El día de hoy te voy a enseñar cómo hacerte un auto masaje para una situación de pandemia como la que estamos viviendo y que tantas restricciones ha traído.
Debido al Covid-19, nos vemos en la obligación de permanecer en casa y no es tan fácil darnos un masaje que nos ayude a tratar nuestros dolores y contracturas.
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Al mismo tiempo, si estamos acostumbrados a darnos masajes de manera periódica, nuestro cuerpo va a sentir mucho la ausencia de esas terapias. Por esta razón, en este artículo te mostraré cómo hacerte un auto masaje desde la cabeza, hasta los pies. Yo lo recomiendo por la mañana, porque ayuda a despertar el cuerpo, sin embargo, si estás en un momento de mucho bloqueo o dolor lo puedes hacer justo en este instante sin problemas.
Auto masaje para principiantes ¿Cómo hacerlo?
Este masaje está basado en la filosofía oriental, proviene del Tuina y es una terapia que podemos hacer todos los días para despertar el cuerpo. A continuación, te mostraré paso a paso cómo hacerlo:
Zona del rostro
Comenzaremos colocándonos de pie y abriendo las piernas hasta la altura de los hombros, sin presionar las rodillas. También es importante que relajemos el cuerpo a la hora de realizarlo.
Después, una fricción con las manos, frotándolas intensamente para conseguir calor y energía entre ellas. Es una manera de despertarlas, esto es algo que las masajistas solemos hacer mucho antes de empezar a trabajar.
Con las manos ya preparadas, lo primero que haremos es un paso llamado “lavado de cara”. Para ello, usaremos la energía que hemos despertado y nos haremos unos pases como si nos estuviéramos lavando la cara. Es en seco (sin agua) y tratando de abarcar todo el rostro.
Después iremos frotando por diferentes zonas. Trabajaremos la frente haciendo fricciones con el lateral del dedo de la mano de forma insistente para ir soltando la musculatura. También pasaremos por las sienes y la nariz para despertarla y movilizar el bloqueo que podamos tener.
Continuaremos tratando las mejillas, teniendo cuidado de no descolgarlas, recuerda que la intención no es bajar la piel, ya que esto nos va a dar flacidez y no es lo que buscamos con estas técnicas.
Los movimientos serán más intensos de forma ascendente y más suaves de forma descendente. Es una manera de movilizar las mejillas para darles calor, oxigenación y circulación.
Del mismo modo, trabajaremos la boca por la zona del labio superior e inferior. Seguiremos frotando, abarcando también la parte de la barbilla y del mentón.
Después cogeremos las orejas y las despegaremos a través de un masaje. Es muy importante que esta parte de nuestro cuerpo tenga movilidad y que no estén atrapadas. Hay gente a la que le duelen mucho estas maniobras. Esto es normal, porque nunca se las han tocado.
Las orejas son importantísimas en la medicina china, porque representan el órgano del riñón y nuestra propia energía. Con tan solo activarlas a través de movimientos y masaje, conseguiremos un beneficio en el cuerpo entero.
Posteriormente, haremos unos frotamientos en el cuello, estirándolo con cuidado para ir despejando la zona de la garganta y el resto de los músculos.
Zona corporal
Ahora pasaremos al resto del cuerpo, para trabajarlo utilizaremos unos golpeteos, los cuales haremos con la mano casi cerrada, solo dejaremos una pequeña abertura. Para esta técnica soltaremos la muñeca (no pondremos resistencia).
Iniciaremos por la zona de los hombros y la parte posterior del cuello abarcando todo el trapecio. Trabajaremos primero un lado y luego el otro. Aquí podremos insistir bastante, porque seguramente tengas mucho dolor o lo notes muy duro. De esta manera, lo vas a ir soltando.
Continuaremos con la zona del esternón y de las costillas (la parte superior del pecho), todo el escote. Esta área la frotaremos muy bien con las yemas de los dedos abarcando los intercostales. Mientras lo hacemos es importante que abramos el pecho, también podemos aprovechar este momento para mantener y aumentar la respiración. Esto ayudará a que los pulmones ganen oxigenación y no se quedan comprimidos.
Una vez hecho esto, trabajaremos los brazos con el mismo golpeteo yendo desde la zona de la axila hacia la mano por la parte más blanquita, mientras que por la parte posterior, lo haremos al revés, desde la mano hacia el hombro. De este modo, seguiremos el sentido de los canales de los meridianos, lo cual, es la mejor manera de mover la energía para que no se bloquee.
Lo podemos repetir varias veces en el mismo brazo e incluso podemos ir por la zona media o el lateral interno y externo. Recuerda siempre detenerte donde más te duela o moleste insistiendo un poquito más para que ese dolor desaparezca.
Zona de la espalda
Ahora pasaremos a trabajar la zona de la espalda. Para que nos resulte un poco menos complicado llegar a nuestra propia espalda, nos inclinaremos hacia delante. Realizaremos los golpeteos dejando la mano relajada para pasar por todo el paravertebral, los riñones y llegar hasta la cadera.
Hay que tener cuidado en la zona de los riñones. No pegues demasiado fuerte, trata de hacerlo de una manera que sea agradable, aunque haya un poquito de dolor por las contracturas.
Proseguiremos con la zona de la cadera y del glúteo, donde si podemos insistir con más fuerza. Si lo hacemos bien va a ser muy agradable y nos va a encantar. Aquí puedes trabajar primero un lado y luego el otro o los dos a la vez, lo que mejor te parezca, pero con intensidad.
También trataremos la zona del abdomen, haciendo círculos en el sentido de las agujas del reloj para movilizar todos nuestros órganos. No haremos demasiada fuerza ni moveremos nada, simplemente trataremos de que no quede bloqueado y de que gane un poco de oleaje.
Ahora ya nos quedan las piernas. Se pueden trabajar las dos a la vez o por separado, lo que más te apetezca o con lo que más cómodo te sientas. Aquí iniciaremos desde la zona de glúteo y bajaremos por todo el lateral externo de la pierna hasta que llegamos al pie. Posteriormente, por la cara interna de la pierna subiremos desde el pie hacia la ingle.
Lo haremos alternado las dos manos. Seguramente notarás que la parte externa es más agradable lo que te permitirá tratarla mejor. Sin embargo, en la cara interna, es donde hay más retención de líquido, por lo cual, tendrás que ir más suave y con más cuidado.
Para terminar con esta zona frotaremos los pies con fricciones haciéndolos entrar en calor.
Una vez finalizado lo anterior, procederemos a mover un poquito las articulaciones. Aquí haremos ejercicios en los tobillos, las rodillas, la cadera, los codos, los hombros y estiraremos un poquito el cuello y la cabeza.
Al terminar, haremos unos pases rápidos, suaves y con roces, como si cayera agua de arriba y nos duchara, pero en seco. Iniciaremos en la cabeza e iremos bajando toda esa energía que hemos movido hasta terminar en los pies. Repetiremos tantas veces como queramos.
Seguramente este masaje te llenará de energía, por lo cual, mi consejo es que no te sientes en el sofá después de hacerlo, ahora es el momento idóneo para iniciar el día de la forma más enérgica y receptiva posible.
Esta terapia es buenísima por la mañana para empezar a moverte y despertar tu cuerpo, pero también puede resultar muy útil antes de irnos a dormir, para relajar y destensar la carga de todo el día.
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Espero que este artículo te haya gustado y que pongas en práctica lo aprendido. Si te interesa conocer más trucos super interesantes y útiles de medicina china y otras ramas relacionadas, te invito a que me sigas en todas mis redes sociales. ¡Y recuerda siempre cuidarte, que tu cuerpo es tu templo!