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En este artículo hablaremos sobre el “codo de tenista”, uno de los temas más pedidos en la encuesta que hice en Instagram. Si tú quieres participar en este tipo de dinámicas, te invito a seguirme.
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El día de hoy te contaré todo sobre esta afección, también conocida como epicondilitis. Además, te mostraré un pequeño automasaje para que puedas emplear para aliviar el dolor que genera.
¿Qué es el codo de tenista?
La epicondilitis, popularmente conocida como “codo de tenista” es una inflamación del epicóndilo que se encuentra en la parte externa del codo.
Es muy fácil de identificar al tacto, porque es un punto donde se juntan todos los músculos epicóndilos que llegan hasta la muñeca.
En conclusión, la epicondilitis lateral es lo que denominamos como “codo de tenista”.
Al hacer un movimiento continuo y cerrar el brazo con fuerza, los tenistas son más propensos a desarrollar la musculatura de contracción, mientras que debilitan la parte del epicóndilo que luego va a provocar el dolor.
El problema nos genera molestias en la parte externa donde se hallan los extensores del brazo, pero se origina en la parte anterior donde se encuentran los flexores. Por esta razón, al realizar movimientos repetidos de flexión, agarre y fuerza desarrollamos en exceso la musculatura interna, mientras que debilitamos la exterior.
Estas molestias se suelen presentar con un dolor agudo en la parte del codo, justo en el punto que asociamos al epicóndilo. Incluso, puede extenderse hasta la mano.
El dolor se sentirá más en ciertas posturas, al girar la muñeca y cuando sujetamos cosas con peso. Si tienes algunos de estos síntomas, puede ser que padezcas este problema.
Para asegurarte si sufres o no de esta afección, existe un test que consistirá en estirar el brazo de forma horizontal hacia el frente y cerrar el puño orientándolo hacia abajo.
En esta posición, con la otra mano ejerceremos una pequeña resistencia. Si al hacer este movimiento de tensión nos duele la zona del codo puede ser que tengas una epicondilitis o sufras del “codo de tenista”.
Tratamiento del codo de tenista
Ahora que ya sabemos en qué consiste este padecimiento, les enseñaré a tratarlo y recuperarlo.
En primer lugar, debemos averiguar cuál es el movimiento repetido que estamos haciendo todo el día y que nos está generado dolor. Una vez hecho esto, hay que tratar de evitarlo para dejar de perjudicar al codo.
Masaje para tratar el codo de tenista
La otra forma de tratar esta patología es con masaje. A continuación, te voy a enseñar las técnicas especificas:
Aspectos para tener en cuenta antes de iniciar el masaje
En este masaje trabajaremos ambas zonas, tanto la parte muscular (que produce el dolor) y la zona donde se refleja.
Para esta terapia, les recomiendo estar en un sitio cómodo, de preferencia sentados y donde puedan apoyar el brazo sobre una mesa o un objeto acolchado.
De esta manera, conseguiremos relajar el área afectada y, por ende, el masaje será mucho más eficaz.
Masaje en la parte anterior del brazo
Comenzaremos por la parte anterior del brazo, masajeándola con la parte baja de la palma de la mano, haciendo una presión yendo desde el codo hacia la muñeca. Este pase debe ser lento y progresivo.
Podemos emplear una pequeña cantidad de aceite (no demasiada) para no tirar o provocar dolor en la piel.
Esta maniobra la repetiremos varias veces (10 o 20 veces) procurando llegar a una mayor profundidad.
No debemos experimentar dolor, la fuerza empleada debe ser siempre hasta el nivel que toleremos perfectamente.
Dependiendo de lo contraída que esté la musculatura, notaremos que en uno o dos minutos habrá un cambio en ella, provocando que la molestia disminuya y adquiriendo una textura más blandita.
Masaje en la parte posterior del brazo
Después, pasaremos a la parte posterior que es la más afectada por el dolor. En este caso, trabajaremos la musculatura que se engancha en el epicóndilo.
La dirección de las fibras va desde el codo hacia la muñeca, por lo cual, podemos trabajar de 2 formas diferentes:
La primera consistirá en hacer unos zigzags con el pulgar atravesando el músculo transversalmente, yendo desde el codo hacia la muñeca, por todas las zonas en las que notemos tensión, dureza y molestias. Cuanto más duela, más lento lo tenemos que hacer.
Es importante no llegar a un nivel de dolor insoportable. Repetiremos esta maniobra varias veces, abarcando toda la zona afectada.
Si combinamos este ejercicio con la respiración y profundizamos en la inspiración y la espiración, notaremos que el músculo se relaja mucho antes.
La segunda forma de trabajar estas fibras será en el sentido lineal, yendo desde el codo hacia la muñeca, abarcado toda la línea donde tenemos sensibilidad o dolor.
Lo podemos hacer con el pulgar, buscando todas las zonas de la musculatura y el tendón que están afectadas.
También es posible utilizar la palma de la mano para abarcar una mayor zona. De este modo, la maniobra será menos dolorosa.
La forma de tratar el problema que elijamos dependerá del lugar donde tenemos el dolor y nuestra capacidad para soportarlo. Yo les recomiendo que prueben las 2 y utilicen la que te les dé un mayor alivio, repitiéndola durante 1 o 2 minutos.
Ejercicios de estiramiento
Además de estos masajes, podemos realizar unos ejercicios de estiramiento que nos van a beneficiar muchísimo.
Para la parte anterior del brazo, estiraremos la muñeca para tensar todos los músculos. Incluso, podemos abarcar la parte que va del codo hasta el hombro.
Realizaremos estos estiramientos después de terminar las actividades que nos están provocando el dolor. Si no las podemos evitar, es importante compensarlas.
Tonificar la musculatura
Para tonificar la musculatura de la parte posterior, les recomiendo hacer unos ejercicios de muñeca muy suaves que despertarán esa zona que está adolorida.
El movimiento será ascendente y descendente. No necesitamos poner mucha resistencia o fuerza.
Realizaremos la maniobra de forma suave, notando como el músculo se mueve. Al hacerlo, encontraremos el lugar donde está ubicado el dolor e insistiremos más en esa zona.
Consejos finales: Logra mayores beneficios
Todo este masaje no les va a llevar más de 10 minutos. Además, se puede realizar en cualquier sitio.
La frecuencia puede ser de 3, 5 o 7 días dependiendo del dolor.
El masaje es tan sencillo que todo el mundo puede hacérselo. No pasa nada si son jóvenes o mayores, solo deben ajustarse a su nivel de tolerancia al dolor.
Por si fuera poco, lo podemos realizar en cualquier momento del día, aunque ofrece mejores resultados cuando se hace después de la actividad que nos está afectando.
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El último consejo que les voy a dar para aliviar dolores como este o mucho otros, es que nos sigan en nuestro canal de YouTube. ¡Nuestros consejos les encantarán!
Hasta aquí el artículo de hoy, esperamos que les sea de mucha ayuda y les permita liberarse del dolor. ¡Y no lo olvides cuídate que tu cuerpo es tu templo!