Con el comienzo del curso escolar en el Templo del Masaje queremos seguir compartiendo todos nuestros conocimientos para que todo el mundo pueda tener acceso a este extenso mundo de las Terapias Manuales.
Las ventajas de los masajes y del contacto ya son conocidas: desde la relajación y todo lo que ello conlleva en nuestro estresado sistema nervioso, hasta su repercusión en cadena en todo nuestro ser. Notamos que cuando estamos más tranquilos dormimos mejor, tenemos mejor humor, hacemos mejor las digestiones, nos sentimos con más energía y muchas de las dolencias que padecemos se van.
Cuando alguien nos toca nos sentimos queridos y que formamos parte de algo, de repente las preocupaciones se relativizan. Cuando tocamos a nuestros hijos, abuelos, o amigos, les hacemos un regalo que vale muchas veces más que cualquier cosa comprada.
Se nota a través del tacto la intención con la que tocamos y nos tocan. No es lo mismo un agarre brusco y torpe que entrar poco a poco, según el cuerpo vaya dejándonos. El ritmo y la presión hablan de nosotros mismos, a veces, incluso más que las palabras. Si somos capaces de relajarnos y transmitirlo a otra persona, es un aporte inmenso a esta sociedad acelerada.
No es necesario saber muchas técnicas de masaje. Quizás es más importante la intuición, la empatía y la escucha. La escucha también se practica a través del tacto. La respiración y la observación son cómplices en este ritual. Observar y sentir, a través de la empatía y de la aceptación incondicional, como metiéndonos en la piel del otro.
Cuánto sufrimiento se podría ahorrar uno a sí mismo y a los demás si cuando hubiera un dolor se dedicaran unos minutos a prestarle un poco de atención en casa, por ejemplo, con otra persona querida. Habría más luz y más conciencia de muchas molestias que empiezan y que no se manifiestan en la vida de uno hasta que ya es tarde. Al trabajar con el cuerpo, uno aprende a hacer caso a pequeñas señales que van avisando de una mala postura, un exceso de servilismo, una negación o que estamos haciendo algo que no nos termina de llenar. Todos los dolores nos hablan de algo, sobre todo si aparecen de repente en un momento dado.
También es cierto que cuanto más conoce uno algo, más lo aprecia y respeta. En cuanto a las Técnicas Manuales, una vez que el iniciado aprende las nociones básicas, se da cuenta de la inmensidad que le queda por descubrir y a apreciar el trabajo y los años de estudio y dedicación de los maestros. Se da cuenta de la necesidad y los beneficios que puede llegar a obtener, se responsabiliza de sí mismo y madura en el sentido de que se da cuenta de que es una persona capaz de conseguir beneficios para si mismo y para los demás con sus propias capacidades.
Animamos a todos a que vengáis a conocer y adentraros en este fascinante mundo lleno de sabiduría.
