Que el ser humano es un conjunto, a estas alturas no nos resulta una idea novedosa. La relación de cuerpo y mente es algo que sólo debemos comprobar prestando atención a nuestras emociones y a la reacción corporal del momento.
Pero dando un paso más profundo a nivel corporal, podemos observar como éste no actúa de manera aislada, el cuerpo es la suma de las partes y no podemos atender a la parte descuidando a la totalidad. De esto nos hablan las cadenas musculares.
Las cadenas musculares son unos circuitos anatómicos a través de los cuales se propagan las fuerzas organizadoras del cuerpo. El gran interés de este método es integrar toda la anatomía de la cabeza a los pies.
Estos circuitos nos hablan de diferentes puntos de tensión estructural parásita que son la base de disfunciones, deformaciones y dolores. Esto es que un dolor en los pies puede estar provocando una tensión en la cabeza.
Dentro de las cadenas musculares diferenciamos:
- Las cadenas musculares de flexión
- Las cadenas musculares de extensión
- Las cadenas musculares cruzadas de apertura
- Las cadenas musculares cruzada por cierre
Observando esto podemos aliviar un dolor pectoral tratando la zona isquiotibial o tibial. El tratamiento puede ir desde estiramientos de toda una cadena, masajes, osteopatía o simplemente integrar una corrección postural. Se trata en cualquier caso de reequilibrar esas tensiones.
A partir de ahora, no nos ha de extrañar cuando visitemos a nuestro quiromasajista por un dolor cervical que éste nos trabaje durante el masaje la zona anterior del muslo o posterior de la pierna.